Todo termina siendo siempre la culpa de la cruel realidad en la que vivimos, sin tener en cuenta nuestros actos. La culpa de todo la tienen otros, el mundo que nos rodean, ellos nos incitan, nos muestran, nos enseñan. Pero debemos estar concientes acerca de que nadie nos obliga a seguir la corriente, y ella no está tampoco obligada a seguirnos a nosotros.
pulgar arriba.
ResponderEliminarComentario ahora, da media vuelta y danza con Celes.
ResponderEliminar